Deudas buenas y malas

02/07/2012

“No se pueden resolver los problemas por personas con el mismo pensamiento que los crearon.”

Entre otras, una de las causas esenciales común de todas las diferentes crisis habidas hasta la fecha es, que una minoría se ha llevado de manera creciente, todos los beneficios y excedentes generados por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Si no fuera por este sistema ilegítimo y discriminatorio que tenemos, no estaríamos en situación de grave crisis de deuda en todo el mundo, pues simplemente estaríamos en equilibrio eficiente muy próximo a 0, sin apenas deudas y un crecimiento moderado y sostenido en equilibrio próximo al 2,5% anual.

Los gobernantes y dirigentes hacen y aprueban los presupuestos a ejercicio ya iniciado y avanzado, cuando no vencido, modificando cuando no ampliando sin recato el inicial.

Cualquiera de los ciudadanos tenemos que hacer antes por necesidad los presupuestos y compromisos, y si se producen desviaciones imprevisibles asumir el perjuicio quién comete el error y la deuda. Ya sea realizar una obra o la compra de un bien, los gobernantes y dirigentes que se gastan el dinero que no es suyo y es de los demás, nunca pagan de su bolsillo sus excesos, abusos y errores, siendo deudas buenas para los contribuyentes. Ahora bien si somos los ciudadanos corrientes quienes caemos en la perversión del sistema, casi siempre nos toca pagar las deudas malas por cosas que nos hemos comprado perdiendo el trabajo, la vivienda o el negocio quedando en la ruina, además de seguir debiendo de por vida.

En definitiva, no solo se esquilma y roba a los ciudadanos sus beneficios, excedentes y parte de lo necesario, sino que además, se roban entre los diferentes sectores públicos y privados y entre ellos en especial, los que tienen cautivos a los consumidores y están en manos del capital de la industria bancaria.

Qué ilegitimo y discriminatorio sistema tenemos en favor de los minoritarios poderosos, que consiente que los beneficios siempre sean para ellos y las pérdidas para los demás que somos la inmensa mayoría.

Se necesita cambiar de sistema ya mismo. Lo esencial somos los seres humanos, no la economía estúpida que de ser útil debe de estar a nuestro servicio y no al revés.

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